miércoles, 10 de septiembre de 2014

Entrevista exclusiva con el representante del Frente Polisario en Brasil, Sr, Mohamed Zrug Jumani


Entrevistado por Said Zarwal

En primer lugar, como representante del Frente Polisario en Brasil, ¿cómo has recibido la noticia de la reciente decisión tomada por la cámara baja de los diputados de este país que consiste en establecer relaciones diplomáticas con la RASD?

Les agradezco la oportunidad que nos brindan, para hacer una serie de reflexiones, a partir de la reciente decisión de la Cámara de los Diputados de la Hermana República del Brasil, que insta a la Presidenta de la nación, a establecer relaciones diplomáticas con nuestro país.
La Resolución 6225, es en primer lugar un reconocimiento al derecho de nuestro pueblo a la independencia. Segundo, es un rotundo apoyo al Estado Saharaui, a seguir ampliando su espacio en el concierto internacional, en igualdad de condiciones con el resto de las naciones. Y tercero, al expresar dicho reconocimiento, el Congreso del Brasil, no solo evocó de manera meritorio, la trayectoria histórica de lucha del pueblo saharaui por su autodeterminación, destacando sus principales rasgos de sociedad abierta y tolerante, sino también, puso en valor, nuestro comprobado empeño en seguir resistiendo dignamente, el último caso de colonialismo en áfrica.  Los anteriores elementos, son los mismos que marruecos intenta negar en solitario, desde hace más de 39 años.
En los momentos que atraviesa nuestra lucha, la decisión del Parlamento del Brasil, representa un apoyo moral y político de gran trascendencia,  a nuestras ansias de plena libertad, al tiempo, que es una condena a marruecos, en la esquina de la memoria, donde siguen repudiados, regímenes de un pasado no muy lejano, como el de Pinochet, Strosner, Videla o el régimen segregacionista del Apartheid.

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Brasil es un país con un gran peso a nivel internacional al igual que su peso a nivel continental, además, forma parte de la organización BRICS, ¿cómo crees que va a ser el impacto de semejante decisión en la diplomacia marroquí en Latinoamérica?

La solicitud del reconocimiento con una cerrada unanimidad, es un mensaje claro a marruecos que las cosas, no volverán a ser como como antes en este país. En virtud de esta  Indicación del Congreso, Brasil estaría emplazado desde ya, a acometer pasos en sus relaciones con la República Saharaui; hacia la defensa de los derechos humanos en el territorio y hacia la asistencia de los refugiados.
El liderazgo que juega este país en la región, su activismo y el de sus instituciones, ante situaciones de política internacional, es seguido de muy cerca e incluso imitado, por sus socios en UNASUR, CELAC y MERCOSUR.
No hay la menor duda, en que dicho acuerdo, seguirá animando parlamentos nacionales y regionales, a persistir en su apoyo a la causa saharaui y en sus demandas, por fin a la ocupación ilegal de marruecos a nuestro territorio.

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¿Nos puede usted dar más aclaraciones sobre esa decisión de la cámara baja de Brasil, la cual solicita explícitamente a la presidenta reconocer a la República Saharaui?

Me gustaría resaltar que una decisión de estas características, ha comportado en su ejecución el aporte de muchos aliados y solidarios con la causa saharaui dentro y fuerza del Congreso, desde que comenzó a gestarse, en un esfuerzo ya más centrado, desde diciembre de 2013. Desde entonces, las acciones han pasado la fase de la difusión y la sensibilización periódica, o lo que podríamos llamar, de toma de pulso, a, centrarse para este fin en concreto. Es decir, ayudar en mejorar, las acondicionantes políticas, que permitan al gobierno del Brasil, apostar por una decisión correcta. Para ello, no era suficiente, el apoyo de una parte de los diputados, ni tan siquiera, de una mayoría simple.
Las autoridades saharauis organizaron encuentros con todos los grupos políticos, independientemente del signo, con presidentes y miembros destacados de la comisión de relaciones internacionales y de derechos humanos. Era esencial, explicar a los legisladores, nuestros argumentos de forma serena y coherente. Nuestros aliados, lanzaron importantes iniciativas legislativas, a los largo de los anteriores meses, como interpelaciones al gobierno y dos audiencias públicas en Diciembre de 2013 y Abril 2014, con la asistencia de representantes del gobierno, expertos, periodistas y cuerpo diplomático.
En ese esfuerzo de trasmitir de forma cabal el punto de vista del Frente Polisario y de la República saharaui, visitaron el país, el Canciller de la República y el Ministro para las relaciones con américa Latina, con excelente acogida por parte de los representantes del gobierno y de las instituciones. Sumado, a un excelente trabajo previo de opinión realizado por el anterior representante del Frente Polisario, actual ministro de las Relaciones con África.
La Indicación fue acompañada además, con otra iniciativa, en la que doce de las mayores organizaciones cívicas y sindicales del país, expresaron al Gobierno la misma inquietud y fueron claves, en la movilización del apoyo de los grupos políticos dentro del Congreso.
A estos y a todas las fuerzas políticas brasileñas, la más sincera gratitud del pueblo saharaui y del Frente Polisario por su solidaridad.

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¿Sabe usted si existe alguna presión sobre el gobierno de Brasil para intentar disuadirle para que rechace la petición de los diputados? En virtud de su trabajo anterior como representante del frente Polisario en Chile, ¿crees que la reciente decisión tomada por la cámara baja de Brasil va animar a otros parlamentos para optar por la misma decisión en sus países?

La diplomacia marroquí, se basa en un ideario, que combina a la perfección y según lo amerite la ocasión, tres prácticas, propias de un ente mafioso, altamente fino en los métodos de dosificación del chantaje.
La Primera es, la del marruecos, de las “mil y una noches”; un reino de barra libre para los “amigos”. Un régimen, capaz de saciar todas las veleidades, caprichos y fantasías terrenales de un séquito de clientes, cuidadosamente seleccionados, a cuanto más influyentes, mejor. Los beneficiados, devenidos en lobistas del Majzan, salen con una losa en el pecho y un encargo entre las cejas.
Portadores de una Condecoración Real de una monarquía feudal, sus funciones son básicamente tres: combatir allí, donde quiera que esté, el mínimo peligro de exponer el tema del Sahara Occidental a la palestra. Invisibilizar el conflicto, relativizar su impacto y ningunear sus víctimas, es su más premiada encomienda. Instalarse como “consejeros” de cabecera, en temas del Magreb a cuanto gobierno o medio de prensa que se les ofrece; y por último, repetir como un mantra y en toda ocasión, las maravillas de un oasis de democracia y libertades en la región, llamado marruecos, que el mundo pierde el placer de descubrir, con cada día que pasa.  Esta carta, tuvo sus “tiempos de gloria”, no sin antes comprometer posiciones de principio de  gobiernos y personalidades que se presentaban como serios, y que con el paso del tiempo, quedaron muy mal damnificados.  
La Segunda práctica, es la del marruecos Mesiánico. Aquel, que aunque incapaz de sacar a su población de los índices más alarmantes de la miseria humana, o de justificar, el por qué se embarcó en una costosa aventura colonial, no se arruga, al presentase como un salvador; un amigo con “vastas influencias”, que aparece, justo en los malos momentos, a prestar una mano generosa.
Esta quizá, es la posición donde, se sienta más a gusto su diplomacia. Dominan a la perfección los rituales, gestos y ademanes de la situación, ancladas en su naturaleza aristocrática y feudal, que combina una imponente carga de servidumbre, con un desprecio y sometimiento al otro.
En este rubro entrarían, pequeños estados, aquí y allá; algunos gobiernos alineados con la francofonía y todos los que estuvieran en un momento dado, atravesando coyunturas políticas adversas; sea como consecuencia de golpes de estado, quiebras del orden institucional, amenazas terroristas o, “el diluvio universal”. La única, modesta e insignificante solicitud del cortejo real, es que el gobierno en cuestión, no decline por cortesía, emitir por anticipado, aquí y ahora, una declaración, papel o comunicado; ni falta hace muchas veces, que estuviese sin sellar ni firmar; donde diga, por el motivo más burdo que se le ocurra, que congela las relaciones diplomáticas con la República saharaui, o en su caso, que recuerda, que presionar a un amigo en los foros internacionales, no será de recibo.
Esta estrategia, suele introducirse muy sigilosamente, ante gobiernos más bien de relativa influencia, a través de un instrumento de relaciones bilaterales denominado, Acuerdo Marco de Cooperación y/o de Consultas Políticas, del cual marruecos, es un aisduo usuario y en donde, por la parte que le corresponde, sus resultados, jamás verán la luz.
Para todos los casos restantes, tan solo la amenaza del veto francés, ha demostrado ser suficiente.
Los anteriores métodos, aunque caídos en desgracia, por el empoderamiento cada vez más fuerte de los pueblos en sus asuntos de soberanía nacional, de vez en cuando marruecos, se aferra a un clavo ardiendo de este tipo, muy a sabiendas, que la fuerte solidaridad internacional y la eficacia y habilidad de la diplomacia saharaui lo revertirá, más temprano que tarde.
El desconcierto de la diplomacia marroquí, viene dado, y es a mí entender la tendencia general imperante, cuando ante nuevas circunstancias, tenga que lidiar con regímenes con alto estandarte democrático; en un tiempo marcado por las diversificadas formas de resistencia del pueblo saharaui; su amplio movimiento de solidaridad; con la insistencia de la diplomacia del Frente Polisario y el cansancio de la comunidad internacional. En ese escenario, ninguna de las anteriores prácticas, pueda ya, dar más de sí.
En muchas  cancillerías, ya no dudan en expresar a marruecos de forma directa, su disconformidad con la injustificada postura de dilatar hasta la extenuación el referéndum de autodeterminación; su contrariedad por la escandalosa violación a los derechos humanos que comete en los territorios ocupados, así como su rechazo, por las inaceptables intromisiones en asuntos de soberanía nacional, a causa de posiciones avanzadas, de apoyo a la causa saharaui y a su República. En muchas otras, esperan al menos, que marruecos hable de una cosa distinta, que no sea el Sahara Occidental.
El empoderamiento de las naciones sobre su soberanía nacional en su política exterior, insisto, así como el fuerte impacto cada vez más creciente, que tienen sobre esta, la opinión de sus instituciones, partidos, media, sociedad civil, e incluso, emergentes intereses nacionales estratégicos, que no necesariamente corresponden con la  visión marroquí, bloquean las viejas formas de actuar de su diplomacia.
Incapaz de encontrar homologables herramientas de reacción,  mínimamente de decoro ante el otro, que respondan a instrucciones casi kamikazes, que vienen insistentemente a modo de edictos desde Palacio, los embajadores marroquíes, se atascan y con visibles signos de desgaste, se empieza a anotar su desmoralización y efecto de retirada. Las diplomacias aliadas, Francia, España y arabia saudí, que servían y sirven aun, de sostén suplementario a sus carencias, no les profesan, la incondicional disposición de antaño, a intervenir con entusiasmo ante determinadas instancias o gobiernos, aun cuando su larga mano, sigue detrás, de la tímida postura de algunos estados  o la dubitativa, de otras tantas instituciones. Sin embargo, crece el número de países, que intercede en nombre del pueblo saharaui y sus derechos ante gobiernos amigos e instituciones internacionales.
Al mismo tiempo, las ingentes cantidades de dinero, invertidas en declarados lobys de presión, en Europa, Estados Unidos y las Naciones Unidas, han acabado en que estos, le terminan llamando la atención al pagador, poniendo plazos fijos a sus desmanes en el tema del Sahara Occidental, reprochar su deficitario sistema judicial y su, más que precario régimen de libertades.
Abrumada por el desconcierto, la diplomacia marroquí, saca al césped cuando convenga, la entrenada Tercera práctica. La de la víctima airada; cuyo honor de sangre azul, se ha puesto en cuestión de forma inclemente e injustificada, no solo por el congreso de Brasil en este caso, o el de chile, Suecia, Italia o Colombia -para citar algunos de los últimos ejemplos -sino también, por parte del Secretario General de las Naciones Unidas; su entorno; su Enviado Especial; la Unión Africana; la prensa libre; las organizaciones internacionales; los relatores de derechos humanos; el parlamento Europeo…
Sintiéndose incomprendida, y mal retribuida por los “altos servicios prestados”, por parte de los que había considerado aliados y cómplices de travesuras, se lamenta la poca sensibilidad de un mundo cruel, que es incapaz de ver, por último, la enorme importancia, de la estabilidad de la monarquía marroquí. Sobre esta última tesis, su diplomacia y lobistas, intentan asentar un frágil andamiaje argumentario, que liga de forma sorprendente, el apoyo a la independencia del Sahara occidental, con un supuesto tiro de gracia en ciernes a la monarquía, de consecuencias alertan, devastadoras.
Por todo lo que se juega Brasil en un tema de elemental justicia, marruecos no esta en condiciones de poder torcer, la voluntad de un país como Brasil.  Lo contrario sería cuanto menos, lamentable.
La Indicación 6225, está ahora sobre la mesa de Presidenta de la República, que es, la que en definitiva le corresponde la decisión final, en una temática como la que nos ocupa. Y lo que viene a anticipar el Parlamento a la mandataria es: usted, goza de nuestro total y absoluto apoyo a acometer, la decisión de establecer relaciones diplomáticas con la República Saharaui, en los mismos términos que en su día, se confirieron al estado de Palestina.
Lo anterior,  en política, es un signo muy importante, toda vez que los gobiernos, al tomar una decisión de política internacional, lo hagan además, movidos por una cuestión de consenso, en su política nacional. La resolución en poder de la Presidenta, está firmada por los 22 líderes de partidos que conforman la Cámara, incluidos, el líder de su partido;  las formaciones políticas de base de su gobierno, así como, por los líderes del resto de formaciones, que se presentan a las elecciones presidenciales.
Es nuestro deseo, que la Presidenta apueste, por las innumerables ventajas políticas y estratégicas de establecer relaciones con la República Saharaui, ahora y de cara al futuro, en una decisión que vaya a consolidar,  por lo demás, el lugar de Brasil en el mundo y en concreto, hacia nuestras naciones y pueblos africanos, azotados por una larga noche colonial.
Del mismo modo y es la más urgente, porque la decisión de reconocer  a la RASD, tendría su gran impacto positivo, en allanar el camino hacia una solución justa, la que una de las partes, se niega a aceptar, precisamente, porque entre otras cosas, mal interpreta y usa a su favor, la posición - que algunos la describen de tibia y hasta de ambigua - de países de peso como Brasil, para seguir alimentando su rebeldía contra la legalidad internacional.
Marruecos, ha declarado públicamente que no piensa aceptar el encargo de la comunidad internacional y de la legalidad, de ir a un referéndum de autodeterminación. Lo ha puesto por escrito. Y si a fecha de hoy, el Secretario General de las Naciones Unidas, llama al Consejo de Seguridad, a revisar el marco que había servido de argumento para las negociaciones desde Abril de 2007, poniendo como plazo, Abril del 2014, los gobiernos, tendrán que fijarse detenidamente en, qué había pasado entonces y desde entonces.
Recordemos que el 09 de Abril de 2004, Marruecos le comunica a las Naciones Unidas, su decisión de desligarse definitivamente, de la idea del referéndum y solo aceptaría hablar, en lo sucesivo, de una propuesta de autonomía innegociable, que empieza a presentar en todas las fiestas, ferias y rodeos, a partir del 2007. La conducta de Marruecos, fue trasmitida y transcrita por el Secretario General, en su informe al Consejo de Seguridad, del 23 de Abril del mismo año. 
Si el organismo mundial, diez años después, llama a revisar ese marco, lo que está diciendo, es que, certifica la defunción de un argumento, que solo había servido de diatriba para boicotear, el principio central, de consultar al pueblo saharaui sobre su futuro; consolidar la ocupación a través del saqueo de los recursos naturales y ensañarse, sin miramientos, en los civiles saharauis dentro de los territorios ocupados.
Ante este contexto, pocas son las alternativas que restan ante muchos gobiernos, llamados, a mover ficha. Nosotros creemos firmemente,  que esos deberían ser los elementos que animen a Brasil, a mover la suya y que el congreso de los diputados, ha concretizado en el establecimiento de relaciones diplomáticas con la República Saharaui. El mismo contexto y motivación, que curiosamente, animo a otro país como Brasil, miembro del BRICS, Sudáfrica, a que en las mismas fechas, el 01 de Agosto de 2004, comunicara su decisión de marcar distancia con la rebeldía marroquí contra la legalidad internacional, y estableció relaciones plenas con el Estado Saharaui.


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